Sus primeros pobladores, estaban situados en la región denominada Valle de Atriz, infieren los cronistas y entre ellos, Cieza de León de que comprendía lo que el llamó: “naciones” y nombra algunas: “Mocondino, Bejendino, Buysaco, Guajanzagua y Mocoxunduque, Guacuanquer, y Macaxamata”, las cuales estaban habitadas por Quillasingas. Es el nombre dado a los grupos situados en la parte septentrional de la región andina nariñense y que comprendía el sector norte de la región (río Guaitara). Los Quillasingas de montaña se encontraban alrededor de la Laguna de la Cocha, en el valle de Atriz, el Valle Sibundoy y en el cerro Patascoy. El sector de San Fernando perteneció al resguardo de Pejendino situación que es conservada como parte primordial al decir “... es que antes era Pejendino todo esto... en 1914 se dividió la vereda... la dividieron cinco personas Gilberto Pejendino, Mariano Pejendino, Juan Jobsoy, Juan Piandoy y Gonzalo Piandoy..., que por motivos de que les quedaba lejos al a capilla que era en Pejendino, en el cual se venera a la virgen de los reyes... ” Al construir la iglesia se dio origen a un proceso de separación y a la creación de un nuevo poblado, y hoy considerado corregimiento por el decreto No. 0084 en el que se define el plan de ordenamiento territorial. A partir del 2007 San Fernando es considerado el corregimiento 15 con cabecera central San Fernando Centro. El corregimiento de San Fernando presenta hoy en día una proximidad a la zona urbana, buenas condiciones de accesibilidad, adecuada infraestructura de servicios e inmejorables condiciones para su vocación turística por la belleza de su paisaje, gastronomía y peregrinación de fieles hacia la Santa Cruz como uno de los monumentales mas marcados dentro de su historia en los inicios de su colonización en el territorio de los Pastos.
Tiene un área de 774 hectáreas y un perímetro de 14.3 kilómetros; su actividad principal es agropecuaria y en su mayoría se realizan áreas de minifundios y micro fundíos, de uso agrícola (para cultivos temporales, semipermanentes y permanente) y pecuarias (ganado mayor y especies menores) y eventualmente la actividad piscícola. Existen también áreas catalogadas como suelo suburbano de actividad 1 y 2, en donde se destaca el uso residencial y comercial.
San Fernando hacia parte de la vereda de Pejendino Reyes hasta finales del siglo XIX, cuando a los moradores del sector se les ocurrió que la capilla les quedaba muy lejos para asistir a los actos religiosos y que además estaba descuidada; entonces le consultaron al obispo de Pasto, si les autorizaba construir otra capilla en su sector, petición que les fue concedida.
Comenzando el siglo XX y por el sistema de mingas, los campesinos lograron construir su propio templo; claro que no fue tan fácil, cuentan que la madera para su construcción la transportaron desde el Encano a hombros por hombres y mujeres en largas y extenuantes jornadas, después de cerca de 3 años el templo fue terminado; con la colaboración de la jerarquía católica de Pasto, los campesinos lograron traer de España una escultura de San Fernando de Castilla, para colocarlo en el altar de su capilla nueva.
En un memorable acto religioso y sin precedentes en el caserío, se inauguró la nueva iglesia con una solemne Misa concelebrada en la el obispo de la Diócesis de Pasto, bautizó al poblado con el nombre de San Fernando de Castilla. Desde entonces los campesinos celebran la fiesta de su santo patrono el día 30 de mayo. La organización está encargada a los fiesteros que son voluntarios y se comprometen con un año de anticipación.
San Fernando es una población que sus últimos años ha crecido con un innumerable número de habitantes que ayuda a desarrollarse a nivel sectorial y económico, por lo tanto la extensión de sus familias ha logrado dar un mayor indicio a una población estudiantil. “Sus 7 veredas se distinguen por el número de habitantes y familias que poseen, por lo que es muy fácil para sus pobladores distinguir quien vive en cada vereda, o por lo menos saber ubicar al fulanito como dicen ellos. Por otra parte es evidente que el género femenino a aumentado por lo que cada familia hay dos o tres hombres y las demás son mujeres recordando que son familias extensas de cinco a seis hijos por familia y en ocasiones mucho más.”
Tiene un área de 774 hectáreas y un perímetro de 14.3 kilómetros; su actividad principal es agropecuaria y en su mayoría se realizan áreas de minifundios y micro fundíos, de uso agrícola (para cultivos temporales, semipermanentes y permanente) y pecuarias (ganado mayor y especies menores) y eventualmente la actividad piscícola. Existen también áreas catalogadas como suelo suburbano de actividad 1 y 2, en donde se destaca el uso residencial y comercial.
San Fernando hacia parte de la vereda de Pejendino Reyes hasta finales del siglo XIX, cuando a los moradores del sector se les ocurrió que la capilla les quedaba muy lejos para asistir a los actos religiosos y que además estaba descuidada; entonces le consultaron al obispo de Pasto, si les autorizaba construir otra capilla en su sector, petición que les fue concedida.
Comenzando el siglo XX y por el sistema de mingas, los campesinos lograron construir su propio templo; claro que no fue tan fácil, cuentan que la madera para su construcción la transportaron desde el Encano a hombros por hombres y mujeres en largas y extenuantes jornadas, después de cerca de 3 años el templo fue terminado; con la colaboración de la jerarquía católica de Pasto, los campesinos lograron traer de España una escultura de San Fernando de Castilla, para colocarlo en el altar de su capilla nueva.
En un memorable acto religioso y sin precedentes en el caserío, se inauguró la nueva iglesia con una solemne Misa concelebrada en la el obispo de la Diócesis de Pasto, bautizó al poblado con el nombre de San Fernando de Castilla. Desde entonces los campesinos celebran la fiesta de su santo patrono el día 30 de mayo. La organización está encargada a los fiesteros que son voluntarios y se comprometen con un año de anticipación.
San Fernando es una población que sus últimos años ha crecido con un innumerable número de habitantes que ayuda a desarrollarse a nivel sectorial y económico, por lo tanto la extensión de sus familias ha logrado dar un mayor indicio a una población estudiantil. “Sus 7 veredas se distinguen por el número de habitantes y familias que poseen, por lo que es muy fácil para sus pobladores distinguir quien vive en cada vereda, o por lo menos saber ubicar al fulanito como dicen ellos. Por otra parte es evidente que el género femenino a aumentado por lo que cada familia hay dos o tres hombres y las demás son mujeres recordando que son familias extensas de cinco a seis hijos por familia y en ocasiones mucho más.”